lunes, 3 de febrero de 2014

La soledad de los números primos

La soledad de los números primos es la primera novela de Paolo Giordano es un joven licenciado en Física teórica que sorprendió con esta novela y con la que ha ha conseguido los premios Strega y Campiello Opera Prima, los dos más prestigiosos de su país.

Narra la historia de dos personas, Mattia y Alice cuyo denominador común es la soledad. Alice sufre un grave accidente esquiando que provocan que una de sus piernas no vuelva a ser la de antes y vive cerrada en su mundo. Mattia que siente vergüenza a causa de la discapacidad intelectual de su hermana.

Los dos protagonistas son dos personas que se encuentran en el instituto y están destinados a querer estar juntos pero siempre hay algún problema y no pueden llegar a tocarse de verdad. Como los números primos que entre ellos siempre hay un número par que les impide estar juntos. Ambos se sienten atraídos, son conscientes de la conexión existentes y que el estar juntos les lleva a eliminar imperfecciones y a sentirse aceptados pero una y otra vez chocan en muros alejándose de nuevo para volver poco después a unirse.

Es una novela principalmente que habla de la soledad, que nos sumerge en mundos de autodestrucción y de no aceptar, de no conseguir centrarse en lo que les une, en la relación de amor y de desilusión y frustración. No es una novela de amor, sino de aquellas que cuando cierras el libro continúas dando vueltas en la cabeza. Atrapa por la dureza, por la complejidad de las personalidades de los protagonistas, porque todos en algún momento hemos sentido esa soledad.

En 2010 Saverio Costanzo dirigió una película homónima cuyo guión fue preparado entre este director y el propio autor de la novela que tuvo tres nominaciones a los Premios David di Donatello



Entrevista a Giordano en la revista cultural clarin.com el de 10 de junio de 2013

Gracias a @_DaniCastillo_, @m_pazcorrea , @jlburguera y @emilio_delrio por la recomendación

1 comentario:

  1. No he visto la película, pero el libro es triste con ganas.
    Me gustó la estética, pero me dejó triste y "aplanado"

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