Nunca me he planteado qué sería si yo fuera un libro, qué querría hacer, a quien conocer, cómo me gustaría aparecer… pero Purificación López, profesora de lengua y literatura, apasionada de su trabajo e imaginativa hasta el límite para que sus alumnos amen la lectura, se lo planteó y decidió que sus alumnos hicieran su propia reflexión con motivo de la celebración del Día internacional del Libro. Los alumnos pertenecen al grupo de cuarto del IES San Andrés de León y merece la pena echar un vistazo a este gran trabajo.
Quizás penséis que no tiene mucho que ver con la temática de este blog. Ante esto digo lo primero que es lectura, es amor por este acto tan simple y maravilloso que nos acerca a otras realidades, a nuevas costumbres y que nos abre la mente. Y lo segundo, parad por favor, ante estos dos comentarios:
Me gustaría conocer a libros con otro aspecto diferente,
más grandes, con otro tipo de letra,
con otro estilo, es decir diferentes a mi, que me expresen otras cosas,
cosas nuevas, aprendiendo de ellos (Sebastián Díez)
más grandes, con otro tipo de letra,
con otro estilo, es decir diferentes a mi, que me expresen otras cosas,
cosas nuevas, aprendiendo de ellos (Sebastián Díez)
Me gustaría conocer a otros libros muy distintos, en el color,
la letra, la historia, que tuvieran ilustraciones,
y sobre todo libros que tengan enseñanzas y moralejas
para poder aprender, conocer y ver cosas nuevas (Sara Rivero)
la letra, la historia, que tuvieran ilustraciones,
y sobre todo libros que tengan enseñanzas y moralejas
para poder aprender, conocer y ver cosas nuevas (Sara Rivero)
¿Acaso no hablamos de la diversidad? Los alumnos reflejan lo que querrían si fueran libros y quieren conocer otros libros diferentes, ni mejores ni peores, sólo diferentes y aprender de ellos.
En muchos de los textos, la gran mayoría me atrevería a decir, hablan de dónde querrían estar y se puede apreciar el denominador común de lugares que sean hogareños, cálidos, confortables. Ser libros que sean causa de cogerlos, de prestarles atención, que los lean, los traten con delicadeza…En el fondo lo que todo ser humano quiere: un trato con afecto, tolerancia, respecto, amor, cariño, atención, delicadeza…. Y encontrarse en un ambiente confortable y acogedor.
Aquí os dejo extractos de este texto tan magníficamente realizado. Enhorabuena por la idea, Puri, me ha parecido simplemente genialy enhorabuena a los alumnos de cuarto de del IES San Andrés de León
Si yo fuera un libro querría tener muchos dueños. Pasar de unas manos a otras y viajar por todo el mundo dejando en cada persona una sensación distinta. Ser leído ansiosamente en la intimidad para ser testigo de toda situación vergonzosa en la vida de mi perfecto pero imperfecto poseedor (María Celia Avila)
Si yo fuera un libro, me gustaría que me leyesen al lado de una chimenea en un día lluvioso, en una terraza en un día de sol, en la cama después de un día duro (Victoria Makovey)
Si yo fuera un libro desearía que la gente me utilizase y que me tratase como se tratan ellos a sí mismos, que no me dejen tirado en una estantería junto a otros libros abandonados y rotos, desearía que me lean y me utilicen todos los días (Sergio Prieto)
Me gustaría conocer libros que nadie más conozca y que provengan de lugares remotos para así conocer tradiciones de otros lugares (Raúl Vallvey)
Preferiría tener un trato ejemplar, con cariño, que me cuidaran como a cualquier bien preciado, que fuera respetuoso en mi uso, que me recordara de vez en cuando, y que cuando hubiera acabado de leerme, me colocara en su estantería favorita, en su habitación, siempre a mano por si en algún momento le apeteciera volver a disfrutar de mi (Aroa Suárez)
Ser un libro que nunca se cerrase (Laura Alvarez)
Odiaría que me olvidasen o perdiesen porque me sentiría miserable y terriblemente dolido. Si me robasen me sentiría afortunado porque querría que me deseen. Pero como mejor me sentiría es si alguien me recomendase (Ana Alonzo)
Si yo fuera un libro, sería un pequeño libro de bolsillo para pasar desapercibido y que sólo la gente de verdad interesada me encuentre (Ignacio Robles)
Me colocasen en su biblioteca personal junto a otros libros para tener provechosas charlas mientras nos tomamos un café (Sergio Toral)
Sería un libro prestado, comprado, robado, pero nunca olvidado (Marina López)
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